La cultura y arquitectura islámica se desarrollo en la península ibérica entre los siglos VIII y XV.
Tradición grecorromana: Las regiones del recién conquistado Imperio bizantino proporcionaron arquitectos, albañiles, mosaicistas y otros artesanos a los nuevos gobernantes islámicos.
Los jardines y el agua han desempeñado durante muchos siglos un papel esencial en la cultura islámica y, a menudo, se los compara con el jardín del Paraíso.
Un elemento recurrente es el uso de las torres. Las torres son elementos defensivos pero también miradores sobre el paisaje.
La arquitectura islámica produce nuevos tipos arquitectónicos como las mezquitas.